Los pianos con el paso del tiempo y con el uso sufren un deterioro de sus materiales producidas tanto por el uso como por las condiciones de humedad, temperatura, acción del sol, corrientes de aire, etc.
Los pianos como cualquier instrumento son sensibles a los cambios de temperatura y humedad y si estos cambios son bruscos, como los producidos por el aire acondicionado, le afecta no solo a la afinación sino también a los fieltros que se resecan, las maderas pierden su rigidez y de tuercen, las cuerdas y piezas metálicas se oxidan y terminan por romperse.
En el trabajo de reparación de un piano se observa las piezas afectadas y la posible causa de este deterioro. Una vez detectado y comunicado la posible causa la cliente se hace un estudio de las piezas afectadas y el grado de deterioro, haciendo varios presupuestos indicando al cliente cuál de ellos es el óptimo para un uso correcto del piano y dando a elegir al cliente que reparación quiere realizar.
Empezamos la reparación con quitar las piezas deterioradas con el menor impacto en el piano, se limpia la causa del deterioro, (por ejemplo oxido, polilla, carcoma) y comienzo con la sustitución de la pieza por otra nueva de igual o superior calidad. Una vez cambiadas las piezas hay que ajustarlas al piano, si son piezas que tienen un recorrido ver que estas lo hacen sin atascos, con soltura y firmeza.
Una vez realizado este trabajo hay que hacer la regulación de maquinaria, apagadores, pedalera, etc.
En los pianos antiguos hacemos una restauración completa tambien del mueble con un lijado de la laca deterirada y barnizando de nuevo todo el mueble para posteriormente ir colocando las diferentes piezas ya reparadas en su lugar regulando y ajustando cada una al piano.